jueves, 28 de marzo de 2013

The Defense - Bad Religion

“No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio. Juzgar si la vida vale o no vale la pena de vivirla es responder a la pregunta fundamental de la filosofía.”, escribió Camus.

El televisor solo sirve para dejar encima de él las llaves, papeles, cualquier cosa. Si lo prendes, puedes coger la pandemia de la bestialidad. El que esto escribe, ya embruteció. Entonces, habla por experiencia. No es el Pentágono quien nos vigila ni quien nos suelta tremendos soretes de programas que pervierten la mente, pero sí es aquella oligarquía que prefiere mantener a la masa embrutecida más bruta todavía. Un bruto no puede elegir sobre su futuro ni sobre el del puto país en que vive, puede ser manipulado al antojo de aquel hijo de puta que mueve las cuerdas del pueblo. 

“To state the obvious”: No hay profundidad, no hay lugar para la reflexión; la cortedad, la chatura, lo obvio forman parte del estado de cosas.

  
“Nothing comes easier than madness in the world today. Mass paranoia is a mode not a malady”: La locura, la locura obtusa -no la locura genial-, la locura ignorante e infructuosa es el pan de cada día. Quien no comete atropellos e injusticias en este planeta, quien no hace pendejadas en este mundo está destinado a desaparecer.

“No sense and no guide / ain’t it beautiful to be alive / I won’t resign before the struggle ends / So I’ll construct this sound defense”: Así es. No hay un propósito ni una guía. La frivolidad y sus consecuencias conquistan el orbe, a sus habitantes. El que esto escribe concuerda en que no es bonito estar vivo. Es mejor hacerse polvo y ver qué mierda hay más allá. El que esto escribe sí dimitirá antes de que la lucha termine. Dimitir es su defensa sensata.

The Defense (Letra)




Nothing comes easier than madness in the world today
Mass paranoia is a mode not a malady
Yeah. I’d like to watch 1000 cable channels but there’s nothing on
And my high speed connection’s monitored daily by the Pentagon

These things are seldom what they seem
I’m not inclined to enjoy my dreams
There’s no way

(No peace) No peace (and no friends) and no friends
(We trace) We trace the mortal edge (with no defense)
To state the obvious.
This world is perilous for us

No sense (no sense) and no guide (no guide)
Ain’t it beautiful to be alive (yeah, right)
I won’t resign before the struggle ends
So I’ll construct this sound defense

We are the prey and culture is the predator
I’m not running out of time where conditions are material
Shadows of a doubt cast reluctance and depravity
There’s got to be a way to overcome this grim reality

Is there an option left for me
I’m not immune to despondency
There’s no way

(No peace) No peace (and no friends) and no friends
(We trace) We trace the mortal edge (with no defense)
To state the obvious.
This world is perilous for us

No sense (no sense) and no guide (no guide)
Ain’t it beautiful to be alive (yeah, right)
I won’t resign before the struggle ends
So I’ll construct this sound defense

There’s a signpost on the corner
And it keeps everybody safe
We were all made in the shade

And your mother’s in the kitchen
Where she’s patching all the cracks in the wall
I never had a care in the world


No shade and no light
Just black and white
My plans, designs
So I’ll construct this sound defense

(No way) Nothing’s plainier than the madness in the world today
(No sign) I must conceal myself and steal myself and break away
(No grace) I seek initiative in the matters that are black and white
(No sense) So I’ll construct this sound defense

Defense!
Defense!
Defense!

viernes, 22 de marzo de 2013

Óscar y las mujeres - Santiago Roncagliolo


Opinión de un vago


A pesar de que, en diversas entrevistas, Santiago Roncagliolo ha dicho, con incisivo ahínco, que es un escritor de humor, sus novelas –sobre todo la última publicada “Óscar y las mujeres”- lo desmienten.

Santiago Roncagliolo es un autor prolífico. Ha escrito varias novelas, algunas de ellas muy interesantes por su misterio e intriga (“Abril Rojo”, “Tan cerca de la vida”), otras muy audaces (“Pudor”), polémicas y provocadoras (“Memorias de una dama”), alguno que otro plomazo insufrible (“El príncipe de los caimanes”) y, hace poco, “Óscar y las mujeres”, novela con pretensiones humorísticas que defrauda la justa expectativa del lector seguidor de Roncagliolo pues no haya entre sus líneas algo que provoque la risa. Resultó, pues, que esta publicación puede ubicarse en el estante de los plomazos masticables. Terminé de leerla solo para no echar por la borda el tiempo que ya había consumido en las primeras páginas.

Si nos circunscribimos al ámbito peruano, no hay autor más mordaz, verídico, satírico e irónico que Jaime Bayly. Sus novelas están preñadas de un humor muchas veces fino y de una ironía siempre desternillante. El lector seguidor de las publicaciones de Bayly, libros y columnas, difícilmente podrá desternillarse de risa con las aparentes “jocosas” situaciones sembradas en “Óscar y las mujeres”.

Roncagliolo ha dicho que es un escritor versátil, cuyo principal objetivo es no encasillar sus libros en ciertos temas, lo cual es plausible y lógico puesto que nadie quiere estancarse en sitio alguno. Sin embargo, Roncagliolo no tiene madera de satírico, humorista e irónico. Esto, por supuesto, no desmerece la calidad de cierta parte de su obra.

“Óscar y las mujeres” ocurre en la peor época de la carrera profesional de Óscar Colifatto (apellido que asocié, por similitud en el lexema, a la palabra “coliforme”. Óscar tiene mucho de coliforme, de bacteria, en su trato con el mundo que lo rodea). Otrora guionista y mente creadora de las renombradas telenovelas La Malquerida o La Ruleta de la Pasión, Colifatto atraviesa por una sequía de éxitos. No obstante ello, intenta reflotar su carrera con el guion de Apasionado Amanecer, culebrón ambientado en el siglo XIX que, debido a la presión de su codicioso productor, el inescrupuloso Marco Aurelio Pesantes, tendrá que ambientar en este vertiginoso y aburrido presente, con el fin de reducir los imaginables costos que una súper producción de época acarrearía. Así, los actores que encarnarán a los personajes de Colifatto son estrellas ya extintas, ex prostitutas o ex bailarinas de table dance. A eso, súmesele la ruptura sentimental del guionista con Natalia, odontóloga de profesión, quien, harta del comportamiento frío, pragmático y maniático de Óscar decide tronchar el vínculo. Hay una situación -pretexto perfecto para que ella proceda con el corte de la relación-, que involucra la presencia de un profiláctico usado.

Colifatto no puede crear sin musa. Porfía por regresar con Natalia, sin darse cuenta de que en su vida entrará poco a poco, y sin que ni ella ni él lo noten, la vecina del departamento contiguo al suyo, la vecina del 4-B, Beatriz (nombre que nos recuerda a la musa inspiradora del italiano Dante Alighieri). Esta vecina propulsará, sin que ella se lo proponga, el cambio que Colifatto nunca se esperó pero que siempre urdió en cada uno de sus personajes protagónicos.

Como dicen los americanos, long story short: “Óscar y las mujeres”, novela desapasionada y desprovista de verdadero humor.


domingo, 17 de marzo de 2013

El SÍ y el NO: Revocatoria Municipal

El escritor mediocre siempre fija su atención en cosas accesorias sobre aquello que le jode o le atrae. Esas superfluas observaciones constituirán la base de sus decisiones. (Por eso siempre le ido muy mal en la vida). La mediocridad congénita de su cerebro le impide ver o analizar aquellos factores “importantes” que otras personas de más amplias luces se permiten dilucidar.


Los Noticieros

Estúpidamente, algunos de los principales noticieros de Lima analizan cuánto tiempo le toma a las principales autoridades y figuras del proceso de revocación marcar la cuartilla de opciones. Al parecer, el tema del tiempo es, para los noticieros, fundamental para construir un derrotero nacional sólido y cultural, tanto así como la cobertura de los ya tradicionales y huachafos desayunos.

El escritor tiene un consejo para aquellos que desean emitir su voto en menos de tres segundos: hacer una gran aspa en toda la superficie de la cuartilla y escribir en el área que mejor le parezca al votante: “Váyanse a la mierda”.

El NO

La gente del NO ha cerrado su campaña en dos lugares: en la Plaza Francia y en la Plaza San Martín. Esto ha generado ingentes cantidades de basura en los alrededores, hordas de borrachos pululando sin norte y exigiendo más música y trago, y bulla, mucha bulla que el escritor no estaba dispuesto a tolerar en su humilde vivienda (ubicada en el corazón del Centro Histórico –la zona más pendeja de la ciudad-), a la cual llegaban los ensordecedores alaridos de los grupos musicales contratados por la gavilla del NO así como las bombardas que lanzaban de tanto en tanto.

El escritor se ha topado con varios despistados que vestían polos que rezaban: “NO a la revocatoria”.

El escritor mediocre, que es un tipo corto de entendimiento -diríase que es casi una bestia- no soporta que lo embrutezcan más. Se pregunta: “¿No debería decir ese polo NO a la ‘revocación’?” ¿Por qué dice ‘revocatoria’? La revocatoria es el proceso mediante el cual se consultará a la población sobre si debe continuar, o no, la gestión de Susana Villarán. Y por lo visto en los últimos días, tanto la gente del SÍ cuanto la gente del NO está imbuida en dicho proceso. O sea, ambas partes han aceptado que la ‘revocatoria’ (es decir, el proceso) es un hecho. Por tanto, la estúpida gente del NO (me refiero a aquellos que han mandado a imprimir esos polos huachafos) debiera colocar en sus logotipos “NO a la REVOCACIÓN”, esto es, no a la causa o efecto de sacar a Susana Villarán de su mullido sillón municipal.

El SÍ

El SÍ tiene como enemigo principal de cuanto arresto o emprendimiento impulse al señor Marco Tulio Gutiérrez. Ese caballero representa, con sus dichos, mohines, comportamiento, facha y un largo etcétera, todo aquello que tiene la política de vil, tramposa, mafiosa, populista, cortoplacera y otro largo y acanallado etcétera. (Ojo: los mismos horrores sintácticos y saraos zaragateros también son perpetrados por la gente del SÍ).

10:30 am del 17 de marzo

Castañeda dice luego de emitir su voto: “Es hora de que adecentemos la política”. Qué tremendo conchudo es este Castañeda. ¿Ya se olvidó cuando se le escuchó, en un audio pasado, despotricar, con palabras que podrían haber sido sacadas del diccionario del negro Canebo o de Gringasho, en contra del extinto alcalde Andrade?

10:31 am del 17 de marzo

Alan García dice luego de emitir su voto: “No usemos calificativos en la política”. Qué tal conchudo es este voluminoso mamífero. ¿Ya se olvidó cuando llamó “ratas” (grueso calificativo) a sus otrora íntimos el popular Don Bieto y el calvo Rómulo Ratón?

viernes, 15 de marzo de 2013

El Papa Latinoamericano


El escritor suele llegar con varios minutos de retraso a la oficina en la que transcurre la mayor parte de su vida. Diariamente, abandona, fatigado, cansado, arrastrando sus pies como si cada uno pesara veinte kilos, su pequeño departamento ubicado en la zona más pendeja de Lima para chapar, en la avenida Wilson, el bus que lo dejará en la oficina.

Antes, y por eso llega con varios minutos de retraso (es una suerte que aún no lo hayan echado del trabajo), les echa una ojeada a los tabloides, diarios y pasquines del quiosco de Wilson con Quilca. Allí, parado, envuelto por el penetrante olor de los brebajes y emolientes de un carretillero y el perpetuo hedor a pichi que ya es característico de la zona, se entera rápidamente de los principales titulares noticiosos.

Jorge Mario Bergoglio es el nuevo Papa. El Papa es argentino. Latinoamericano, chillan las letras de los diarios, orgullosos, populacheros. Su alias será Francisco I. ¿Por qué un Papa siempre se cambia el nombre? ¿O se lo cambia la organización que presidirá? ¿Será que se lo cambian para salvaguardar la honra de sus, hasta ese momento, desconocidos nombres de pila del estigma que significará preservar el añejo  conservadurismo nauseabundo y alentar la intolerancia hacia la diversidad y heterogeneidad de pensamiento y preferencias?

Un cura peruano, en un canal de noticias tempraneras, un día antes de la elección de Francisco I, le relataba al dócil y sumiso conductor del programa qué era lo que sucedía en el famoso cónclave (del latín “cum clavis”: con clave, con llave, cerrado, arcano), cómo era que los 115 cardenales elegían a determinada persona para representar al apóstol Pedro en la Tierra. “El espíritu santo colma el recinto de la Capilla Sixtina y les da la sabiduría a los cardenales para elegir al hombre cuya fe le permita ejercer con amor y buen juicio el pontificado”. El ser humano lleva en la Tierra unos 4 millones de años (se dice que el Australopithecus es el homínido más antiguo conocido) y todavía existen especímenes que se creen la historia del espíritu santo y, lo que es peor, ejecutan acciones bajo su supuesta anuencia, como cónclaves, guerras y segregaciones. Al parecer, la evolución del ser humano todavía no se ha completado.

Todo el mundo, en especial los latinoamericanos, está feliz porque el Papa pertenezca a esta parte del globo. Muchos dicen “la Iglesia ha mostrado un síntoma de cambio y modernidad al escoger un Papa latinoamericano” como si aquello, la nacionalidad de una persona, constituyese per se un mérito. Esta situación es similar a la que se da cuando una muy estúpida mayoría de personas propugna que “la mujer debe ocupar aceleradamente cargos más numerosos e importantes en la sociedad”. ¿Es acaso el género de una persona el factor determinante de su éxito laboral, familiar o personal? ¿Debemos copar los principales puestos del Estado o de una organización particular con mujeres por el simple hecho de haber nacido con vaginas? ¿No es acaso más juicioso promover  una cultura de méritos medibles y concretos para tentar puestos de preponderancia en los cargos públicos o privados?

¿Por qué aquella multitud doliente, llorosa e inmaculada que festeja al Papa Latinoamericano y que defiende, a capa y espada, la inclusión de la mujer en la dirigencia de la sociedad –para resarcirla de años de soslayo- no le exige a su tan venerada iglesia “cuándo se atreverán a colocar a las mujeres en puestos cardenalicios o arzobispales, cuando no papales”? ¿No vemos en esta contradicción una suerte de tramposa y convenida doble moral?

El Papa es latinoamericano, sí, pero ya nos enteramos que mantiene una política retrógrada en los temas de las uniones homosexuales y el aborto, es decir, una política constrictora de los elementos básicos de libertad e igualdad. O sea, más de lo mismo, más de las doctrinas medievales que perviven en la iglesia desde tiempos inmemoriales.  Jesús –referente cristiano más importante- dijo: “Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los insultan… Si ustedes aman solamente a quienes los aman a ustedes, ¿qué hacen de extraordinario?” Si esto lo dijo el propio Jesús –según narra el evangelio de San Lucas- ¿por qué la iglesia católica, cuyos fieles constituyen un inmenso porcentaje de la horda de seres malignos que pululan por la Tierra, no asimila la sentencia dejada por su máximo líder y deja de crear cismas y odios en medio de su rebaño?  

Después de todo, al escritor mediocre todas estas cuestiones le tienen sin cuidado; él no cree en nada, solo en que se morirá a los 40 años de su sufrida y ociosa existencia.