No pertenezco ni simpatizo con ningún partido político peruano, luego, no simpatizo ni pertenezco al APRA. Este entimema lo enuncio para dejar en claro que, a pesar de no ser aprista, admiro tremendamente a Víctor Raúl Haya de La Torre.
Actualmente estoy leyendo su libro “Mensaje de la Europa Nórdica” y quedo profundamente tocado por las ideas renovadoras social demócratas y progresistas que este gran pensador peruano nos transmitía albergando quizá la esperanza de que nosotros sus compatricios las adoptemos para mejora de nuestra sociedad.
De todos los países escandinavos que visitó por la década del 50 -luego de haber sufrido una injusta “carcelería” en la embajada colombiana-, Haya de La Torre había quedado gratamente admirado de los progresos de Suecia, del orden que ostentaba su parlamento, de los casi nulos índices de analfabetismo, de pobreza, de la excelente seguridad social que impartía el gobierno a sus ciudadanos.
Relata su visita al Palacio de Riksdag en donde presenció y elogió la manera ordenada en que los parlamentarios votaban. Dice Haya de La Torre: “El gobierno está presente siempre en los debates de ambas cámaras, representado por los ministros. Tienen éstos bancos especiales a la derecha de la presidencia. Pero los representantes no se sientan agrupados por partidos como es práctica general parlamentaria. Los puestos se distribuyen por orden de circunscripciones. Y así en las votaciones –cuando se llama a división por medio de unos timbres sordos que resuenan en todos los compartimentos del palacio legislativo- cada cual toma su asiento y presiona un botón eléctrico. Un tablero luminoso marca con luces de colores los votos en pro y en contra, así como las abstenciones. Y unos letreros, también eléctricos, dan los resultados que el presidente confirma acompañando sus dictados con sendos golpes de mazo.”
Es evidente que Haya manifiesta abierta admiración, no sólo por los avances en materia social del país escandinavo, sino también por su adelantada tecnología.
Sin embargo, aquí en el Perú, sus supuestos seguidores, quienes al parecer no han leído “Mensaje de la Europa Nórdica”, se convirtieron en el único grupo conservador, desfasado y reaccionario que se opuso a la instauración del voto electrónico. No obstante ello, la moción de inserción de esa modalidad de votación, a todas luces moderna, segura y rápida, ha sido aprobada.
Yo estoy casi seguro de que Haya de La Torre hubiera dado su voto a favor de usar la tecnología moderna para llevar a cabo unos comicios más seguros y más rápidos. Mas él no presagió, o no advirtió, que sus epígonos o corifeos se convertirían en una banda de pillos, malhechores y truhanes que ven en la instauración del voto electrónico un medio eficaz que no les va a permitir ganar más elecciones “en mesa”.
La lucidez del pensamiento de Haya de La Torre no es compartida por los actuales autodenominaos apristas.
Haya de La Torre estaba muy a favor de las ideas progresistas. ¿Qué se entiende por progresista? El DRAE define esa palabra así: “Dicho de una persona, de una colectividad, etc.: Con ideas avanzadas, y con la actitud que esto entraña.” Y, de acuerdo a esto, la instauración y aplicación del voto electrónico es una idea avanzada que es ínsita de seguridad y rapidez. Espero que en el corto plazo también se luche, democráticamente, por la instauración del voto voluntario. Gran paso sería ese para la mejor elección de nuestros gobernantes.
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