Conocí su sonido aquella vez que visité Cajamarca. Un amigo de la universidad me había invitado a pasar una semana en esa ciudad. En la ciudad, su hermano, quien trabajaba para una importante empresa minera, nos llevaría a conocer la mina que esa empresa dirigía. El hermano, en calidad de empleado con cierto rango dentro de la empresa, tenía la prerrogativa de llevar a alguno que otro visitante con la respectiva anuencia de la Compañía.
Fue en el recorrido de casi una hora, desde la ciudad hasta la mina, en que el hermano de mi amigo, mientras conducía su camioneta, colocó el disco de 311. A partir de esos momentos, el sonido ecléctico de esa banda me hechizó, a tal punto, que al día de hoy, he escuchado todos sus discos y me sé, de memoria, la mayoría de las letras de sus canciones.
La oportunidad de ver a esa banda en este país se hace realidad. El día 30 de marzo tocará 311 en el Estadio Monumental. Las entradas varían desde los 90 hasta los 300 soles.
Así como no desperdicié la oportunidad de ver en vivo a otra de mis bandas favoritas (considero a una banda como mi favorita cuando me sé de memoria la mayoría de lyrics de sus canciones): Metallica; tampoco desaprovecharé esta oportunidad de ver en vivo cantando a Nick Hexum y su grupo.
Le comenté a Wendy sobre esta presentación, pero oyó mi comentario con cierta indiferencia: 311 no es lo suyo. Le de ella es el metal. En fin, ojalá pueda encontrar a alguien que comparta esta afición por esa banda de Omaha, Nebraska. Si no me topo con nadie que guste de 311, caballero, iré solo. Lo importante es que al fin podré cantar Down, Don’t tread on me, Come Original, Hey you, Creatures for a while, entre tantos otros temas, hasta perder la voz.
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