Un ferrocarril tendido sobre huesos
Caminos elaborados con alquitrán de sangre y carne
Toneladas
montañas de mineral
llegan a manos miserables que beben hasta el amanecer jugando cacho
Un ferrocarril tendido sobre huesos
Caminos elaborados con alquitrán de sangre y carne
Toneladas
montañas de mineral
llegan a manos miserables que beben hasta el amanecer jugando cacho
Ojos que no han de cruzarse nunca en cuerpos oscuros que van adelgazando
hasta colapsar
Noche que crece en lo profundo de tu alma mientras se pierden ríos de
dolor en madrugadas de recuerdos
En las honduras de la mina de mi silencio
hay pequeños valles que ansían reír
que aún no han sido alcanzados por las tinieblas de
las voladuras
Minero mísero de alma
Minero rico en oro
Alabarte quiero
Cantarte la felicidad de tener harto billete y quemar tristezas como
quien adora tu vientre Jesús
Minero pelotero
Hay tantas formas de gozar la vida y tú solo conoces una
La de medir el horizonte con aguaceros de noches sin freno y días sin atardeceres
Que la Muerte venga pronto
que me libere de estos
trabajos
Martirios
abreviados de felicidad
desaparecen en medio de fríos sueños cuando río un minuto en este bosque
de piedras
Quejas que son astros retirados en las más altas punas y que jamás son
contestadas ni complacidas
Vida oscura la mía
vida sin nombre
sin relumbrón
sin un viento fuerte que me sacuda
Que la Muerte venga pronto
que me libere de los trabajos de sombra a sombra
que me exima de las chacharadas charlas de seguridad
Metamorfosis telúrica forjada en alegres cánticos subterráneos
Oro y corazón unidos en el repiqueteo de las jacklegs y los estallidos
de dinamita
Canción triste que recorre las orillas de tu abrazo en familia allá a
tres mil quinientos ochenta y ocho kilómetros
Eres picaflor cuando bajas de la mina
Apurado
cargado
repleto de ansiedad
La primavera bulle en tu cuerpo
Eres todo risas y dispendio
La cerveza fluye porque eres el dueño del mundo
Bajas de la mina con el alma a lo Rojo y Negro
Y subes pobre a lo Oliver Twist
¿Acaso la plata no era sinónimo de felicidad?
Eres principio y final de una rueda que no deja de aplastar tus
ilusiones
Condor devenido en peón
Orea el sahumerio de plata que llegará hasta el reino de Dios
Para que cuide del baúl de tus tesoros
Y te proteja de la ira del Huamaní
Una vieja canción cuenta que la Luna y el Sol eran amantes imposibles
Al comprobar lo quimérico de su amor
el Sol lloró gotones de
oro
la Luna torrentes de plata
Y la cordillera de nuestro Perú
pegándola de Ña Catita
Ocultó aquellas lágrimas en su regazo
¿Y el cobre?
El cobre es el llanto del cóndor a quien le explota el corazón al ver la
pobreza de los indios que se matan por los productos del amor irresoluto de sus
astros amigos
Mutilada tierra
quedaste vacía y vejada
llorando tus recuerdos de gloria
Se aprovecharon de tu compasión
de tu bondad
Les permitiste arrebatarte las entrañas
el útero
Quedaste infecunda para toda la vida
Y ni siquiera piensas en revancha
Por el contrario
les deseas prosperidad
pero no sabes que
para los indios
la prosperidad es un cuento que de niños nunca les contaron
Joya del ande
Consuelo y esperanza
Sollozos en lontananza
Una canción triste fascina con dulzura
La rudeza del interior revela
incomparable
los tesoros robados al corazón
En el corazón de las cordilleras
titila una lámpara que alumbra horas de pesar y
calienta cuerpos suspirantes
En cada rincón
las penas engrosan los ruidos de winches y camiones
que me pasan rozando las vestiduras
amenazando con arrebatarme las ilusiones
Metal de voces que son síntomas de salud interrumpida
Voces que crean profundidades
que rompen masas
que ordenan broncos estampidos
Estampidos que son la felicidad de todo un pueblo
La naturaleza de su oficio es un percance que las iglesias no bendicen
pero gozan
Manos agrietadas empuñan la barreta y taconean la dinamita
fijos los ojos en el futuro
fijo el recuerdo en el pasado
tembloroso el concepto presente de plegar una oración al Señor para que
mis hijos no se queden sin padre
Minero condenado
minero de preciosa sangre
ruega por tu pueblo que muere en la cruz todos los días
Apacible noche que descansa en mi espíritu minero cuando las mañanas me
ordenan recabar el sustento que deberé forjarme con el duro golpe de la comba y
la barreta
En el hogar
desconsolada madre vaga por las habitaciones añorando
mi presencia
Cuando el mortal crujido me abata
los compañeros levantarán una copa en señal de mi
recuerdo pasajero
y mi madre se consustanciará con el dolido aire de la casa
Claridad de cielo azul contrasta con la oscuridad de mi lomo cargador
En el seno de la tierra
raya la mañana de mis
repetidas esperanzas
Las riquezas del oro y de la plata sepultan mi destino
me entierra en estas
cumbres para siempre
El minero ha muerto
y toda la mina se paraliza
Hay velorio en el patio
La viuda vestida de harapos llora al padre al esposo al amigo
Los dueños de la mina no están
solo su representante
vestido de harapos para simular pertenencia con el pueblo
Pero allá en Lima ningún dueño está condolido
La vida continúa y hay que pasársela revisando las cuentas proyectando
las ganancias
Adiós mísero minero
Tu muerte sirvió para darles un día de pausa a tus compañeros
que aprovechan para ver un partido de futbol o dormir
a pierna suelta
Los mineros celebran
Una veta han descubierto
Pero es corta la algarabía
porque al día siguiente
desaparecen veta y alegría
En las minas
los entusiasmos son arena que
en un
segundo
se convierten en pena
El barretero clava la barreta en la roca
esperanzado en ganarle la partida a la muerte
Pero
cuando la clava en la roca
es su corazón minero el que pierde
Furioso
en las heladas
soledades
vuelve a lanzar su barreta contra su corazón
Y es la roca que cae encima de él
envolviéndolo en su silencio de miles de años
Ojalá que algún consuelo oigas
barretero
ahí en los intestinos del oscuro cielo
Al subir
me aguardan líos del
trabajo
desesperación
y llanto
Al bajar
me aguardan líos de
familia
desesperación
y llanto
Mi pecho lleva el polvo de la mina con orgullo
con sabor de esfuerzo
con cantos de esperanza
Voy al Cerro a pactar con él
mi vida a cambio de su
oro
Mi alma siente la tristeza de ser minero
La tragedia siempre ronda mis sueños
La desilusión de los días de blancura montañosa y negrura espiritual
tiñen mis ojos con lágrimas que no puedo liberar
o me llamarían maricón
Muy lejos del hogar moriré
como digno minero
en el duodeno del socavón
Ciego y obscuro guerrero de voz portentosa
grave
y hueca
Tus pesares los compartes con los hermanos de tu raza
Las horas dentro de las peñas son largas
mas el goce es corto
casi
inexistente
Sentimos tus esfuerzos en nuestros diarios platos de comida sin siquiera
conocerte
sin tener idea alguna
de tu mísera existencia
Hierros que abren veneros de oros que palidecen en las noches
Las almas del pasado reclaman las reliquias que con dolor hallaron
pero sus secretos abominables las devuelven a las
viejas cúpulas en donde roen sus desdichas
Ciudad levantada con codicia
hoy tus habitantes roban visiones moribundas que
visten telas coloniales y se conducen con silencio piadoso
El tiempo
en tu seno
es un muro difícil de roer
Criadero de preciosos metales
el triunfo de tus locos cristales revolotea en
círculos por las cabezas de miles de mariposas sedientas de lujos y sedas
Guirnaldas misteriosas
tus oleajes rojos
frescos
y primaverales
son los fuegos húmedos que se avivan cuando el mar en tu alma se agita
en una gota de paz
Los volcanes son cofres que cocinan al horno riquezas que algún día
comeremos
En América
refulgen las viejas codicias que despiertan los
olfatos de las gentes más diversas
que conquistan
con el esmero de miles de brazos ajenos
torrentes de oro y plata que forjarán la grandeza de sus naciones
En las cúspides de nieves transparentes
el sol ostenta su pompa
llamando con su clarín a los indios que han renunciado a su decoro
Picando y picando
echándose al lomo sacos de plata
los indios desgastan sus vidas bajo el alma de las luces pétreas que los
acompañan en el Infinito que brota de la tierra
Se dice que el pasado del Perú tuvo brillo
pero es mentira
El oro siempre corrió por sus pasillos
y a su paso
descubría las ambiciones de los pillos
Pillos siempre hubo
Eso sí
Y con sus dineros
balcones
púlpitos
y cuadros
se erigieron
Hoy parto a la mina mortal
No sé si volveré
Uno puede cumplir con todas las reglas del mundo
pero cuando la mina
reclama un cuerpo
lo toma para siempre
Abrácenme
pequeños
hemos disfrutado de unos grandiosos catorce días
El maravilloso recuerdo de los catorce próximos me ayudará a andar con
tiento y apiadará
si acaso
a la mano segadora de la veta mortal
Hoy no se hace Patria empuñando rifles ni bayonetas
Tampoco garabateando cuadernos ni desgastando la visión en extensos
tomos centenarios
Joven
hoy se hace Patria abriendo nuevas minas
remozando las viejas
sacándoles el oro de sus intestinos para asegurar millones de vidas de gozo y desenfreno
Esos los tesoros de los cerros grandiosos no son para nosotros los
indios
Ya Pachacámac había vaticinado que vendría gente allende los mares a
gozar de sus riquezas guardadas
Leyes y presidentes estarán siempre al tanto de tus tesoros
ora para repartírselos
ora para canjearlos por otros tesoros
Ha llegado la hora de obedecer y formar una familia
No te dabas cuenta de que tus pies hollaban riquezas sin parangón
que la hoguera de las estrellas en el cielo marchaba
en torno a ti para brindar con piedras que partían cabezas y familias con tal
de no aprovechar las bondades del brillante metal
Funesto venero de riquezas se halla en lares donde se agita el centro
del mundo clamando por raudales inagotables de sudor
Sudor que intercambiamos por sangre que derramamos de rodillas al
adorado cielo
pero clavadas las piernas en las profundidades
zafirinas de la humanidad
Cuando el hambre nos hace dementes
los mares se encrespan
en cánticos discordantes
Mujeres sagradas que yo asalto al volver de mi convenido destierro
Gritos de placer completamente explicables que se unen a la luna de las
noches de ignotas riquezas
Avaro
me lanzo hacia las irreprochables pieles que me han
escamoteado sus fulgores de liberación
Corro siempre
enloquecido
a surcar las nubecillas que se mueven con frescura
alzando mi frente e incrustando mi poder de catorce
días de duración
Recuerdas tu grandeza con tristes tonos
La mano solemne y blanda con que antes nos dabas
ahora está
yerta y exangüe
Las fértiles tierras
que desde sus más profundas honduras nos regalaba
tranquilos futuros
hoy son huacas olvidadas de algún Inca que quiso señalarnos una vida de
riquezas
Que tu voluntad divina prime
porque ya aprendimos a dominar nuestras ambiciones
extranjeras
Juventud del corazón
que pinta de lozanía las mañanas heladas
déjame pasar la noche en las auroras de tus crujientes recuerdos
Porque la distancia es tan estéril como comarca al pie de una
cordillera.
Mil demonios descienden de Occidente y arrasan las tierras
se enseñorean de sus
productos
domeñan a las bestias
a
los indios
Llenos de furia se detienen y ordenan
No paren
carajo
inclínense ante mis diferentes rostros
porque mis dineros son la leña para vuestro frío
Con desgano
subo a la mina
Con pereza
con ganas de no vivir
con el
hastío de cada paso
Reniego
Soy un indio que mina y mina
un indio que no sabe hacer otra cosa
un indio que dice
me voy de juerga porque
estoy harto de trabajar
El panorama de la comarca recibe pálidos rayos de sol y estos se reflejan en el pantano de moribunda vida
Contemplando las cordilleras calatas
los indios comen su
delirante cena
La paz del pueblo es sacudida por tremendos bombazos
Cada trueno descalabra sus casuchas y engorda las faltriqueras de los
conquistadores
Mundo argentífero que se remoja en el sudor de los infelices lugareños
Ya no lloren
indios de mierda
Ya no lloren y salgan a marchar conmigo
Los inmundos socavones
en los que a diario arriesgan la vida
serán suyos para siempre
¿Y las riquezas que nos ofrece la madre naturaleza?
También serán suyas
No serán más expoliadas por el transnacional galeón
Solo tienen que marchar a mi lado y poner el pecho para protegerme