Un abra en Huancavelica fue mi tumba
Nieve y lluvia cubrieron mi cuerpo indolente y atrevido
Un cuerpo que albergó una mente
también indolente y atrevida
que me condujo a este destino
Encrespado turbante fue sacudido entre los míos
Pero el metal
el azogue, la plata y
el oro
semidioses de las entrañas
continuaron ofreciéndose al mejor postor
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