Toco la puerta de tus tres dormitorios
Encima de la mesita madura de recuerdos
Me emborracho del aire de tu ausencia
Tomo aquella escoba vieja del rincón
Y despercudo las rojizas baldosas
De estos angustiados ojos
Que alguna vez vigilaron
El crecimiento de las manchas húmedas de tus axilas
No hay comentarios:
Publicar un comentario