El cura de mi barrio
Describía lluvias de fuego
Y amenazaba con
estatuas de sal
El sacristán me dijo un día
Para qué ir a la iglesia si hay un chongo a la vuelta
¿Para qué te vas a casar
Hermano
Si con cincuenta soles te alquilas una buena mujer?
No hay comentarios:
Publicar un comentario