Las mujeres de Lima miran los bolsillos
No los corazones
No le aguanté esto a mi mujer
Los sollozos le partían la garganta
Si no traes plata
Nos moleremos a golpes
Desgraciado
Me decía
Cinco soles de multa por levantarle la voz a tu marido
Le respondía
Cuando el barco ululó su llegada
Dos moscas gordas
Alargando sus patas de cangrejo
Chapotearon en la sangre de mi mujer
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