Me previne de los embustes de los curas
Me bañé con agua de los pozos beatificados
Por
tanta leche de peregrino
Reconocí los patios que hervían de piojos y miserias
Por
donde pasearon mis hermanos
Oí
Pero
no escuché
Vi
Y
regresé
Ya lo decía mi abuelo
Purulento
y adolorido
Dos tetas jalan mejor que dos carretas
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