Me había dormido sobre mi carrito de helados
Soñé con una rubia
La perseguí en un caluroso lunes de marzo
En un parque la atrapé
Sus extremidades temblaron como algas
Y la boca ululó calle abajo
Serás mi mujer
Te someterás a mí
Y yo trabajaré para ti
Mis helados pagarán tus laceados tus uñas y tus carteras
Les ordenaré a mis hijos y a mi mujer
Que se mantengan solos
Que se larguen de mi choza
Y que me dejen a solas contigo
En un caluroso lunes de marzo
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