El Creador no me dio las suficientes neuronas para entender sobre cifras económicas, sobre cifras en la Bolsa de Valores, sobre los datos puntillosos que se dan en el diario Gestión.
Sin embargo, me atreveré a opinar sobre la declaración de emergencia de la compra de gas natural para el abastecimiento del mercado nacional dada por el Ministerio de Energía y Minas.
El MEM le ha propuesto al Gobierno, a través de un Decreto de Urgencia, intervenir en el mercado de hidrocarburos para satisfacer la demanda interna nacional que, según ese Ministerio, está en peligro. Para conjurar ese peligro, el MEM le sugiere al Gobierno que compre gas natural de modo directo a los productores locales a precios internacionales para que luego el aparato estatal lo venda a las empresas y otros usuarios del Perú.
Estoy de acuerdo con Frits Du Bois, director de Perú 21, cuando refiere, en su columna de hoy, que "el Decreto de Urgencia que declara en emergencia el abastecimiento de gas no es otra cosa que la expropiación de la producción de Camisea".
Yo siempre estaré en contra de cualquier intervención que el Estado se proponga hacer en los predios del libre mercado. Dichas intervenciones siempre generan corrupción, caos y anquilosamientos burocráticos, pero nunca provocan el crecimiento ni bienestar de la economía de las grandes masas populares.
Hasta pronto.
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