El Príncipe ordena sus provincias
Los cangrejos enmarañan sus extremidades en un claro arrebato de amor y
fidelidad por el cumplimiento de la perfección
El Príncipe calcina sus navíos
Y los cangrejos se beben los mares empujando almas y expulsando rebaños
morales
El Perú es grande
pero no es eterno
Es perfecto
pero sus príncipes no dejan de joder
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