Mis plegarias unifican los soles que ante vosotros son como ruiseñores que oímos cantar durante los embates del invierno
Mi rostro calmado está enclaustrado dentro de mi exhalación por escribir
aunque todavía merodean con magia en sus corazones las
musas que nos liberarán de los sentimientos impuros y de las heridas que
entibian mi pecho y alumbran mi dedo inquisidor
No hay comentarios:
Publicar un comentario