viernes, 2 de octubre de 2015

La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina - Stieg Larsson



Segunda parte de la trilogía “Millenium”. La terminé hace unos días. Desde las primeras páginas, Larsson captura la atención del lector y nos hace seguidores de una historia que no deja indiferente a nadie. Imposible olvidarse de Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist, además de algunos villanos que aparecían de refilón en la primera parte pero que en esta adquieren dimensiones muy reales. 

Magallanes - Stefan Zweig



Con “Magallanes”, me quedó claro que Stefan Zweig fue un escritor genial. El libro no solo es la biografía de un tipo valiente y visionario, sino la de una época en la que vivir era una actividad bastante arriesgada. Si bien hoy “el estrecho de Magallanes” es un paso olvidado e inútil, su descubrimiento fue la prueba de lo que el ser humano es capaz de lograr a pesar de las adversidades. 

La distancia que nos separa - Renato Cisneros



De todos los libros de Renato Cisneros, “Nunca confíes en mí” continuará siendo mi preferido, no solo por la historia de traiciones y desencuentros que narra, sino por la desenvoltura con que es contada.

Luego del fiasco de “Raro”, Cisneros regresó con “La distancia que nos separa”, novela basada en la relación del escritor con su padre, militar y político peruano apodado “El gaucho” Cisneros.


Me dormía en el recuento que hacía Cisneros sobre sus relaciones sentimentales o afectivas. Cabeceaba cuando relataba el proceso de investigación que lo acercó más a aquel padre con el cual interactuó poco durante su vida. Fueron muchísimo más interesantes, sin embargo, las anécdotas políticas de “El gaucho”, un tipo que se caracterizó por ofrecer sus opiniones frontalmente, sin reparar en la impopularidad o popularidad de sus declaraciones.

Don Manuel - Luis Alberto Sánchez



“Don Manuel” de Luis Alberto Sánchez fue un viaje a la Lima fines del XIX y principios del XX. Muchas de sus páginas las leí en el mismo Centro de Lima, escenario de la mayoría de situaciones que protagonizó uno de los peruanos más celebrados y odiados de su tiempo. A pesar de provenir de una familia aristocrática, don Manuel González Prada tuvo la lucidez necesaria para despercudirse las taras que separaban a los individuos de todo un país.

“Don Manuel” es un repaso por la historia política y social de una Lima que, a pesar del tiempo transcurrido, aún sufre de las mismas injusticias y desigualdades de hace varios siglos.


Si hubiera escrito este brevísimo recuento apenas hube terminado de leer el libro (o sea, hace siete meses), los detalles, que fueron reveladores y noticiantes, hubieran aparecido por doquier. Ahora, casi los he olvidado.