sábado, 19 de julio de 2014

Soy el salvador de Minas

A Carlitos y Luis Escriba Cuya

Que una empresa esté a punto de tocar fondo, no significa que carezca de recursos para asegurarles cierto bienestar a los trabajadores que le van quedando. Así, para sofocar los ánimos avinagrados por la ausencia de aumentos de sueldo o la inexistencia de utilidades o bonos, la empresa ha decidido conceder un día libre a sus trabajadores en sus respectivos meses de cumpleaños. Claro, no todo es perfecto, porque ese día libre se descuenta del tiempo de vacaciones establecido legalmente para el trabajador. Pero se hace lo que se puede.

Así, hoy martes 15 me he tomado el día libre.

Preferí dormir unas horas más y no dejar a Morgana en el colegio. Mi esposa se encargó de eso, como todos los días. Dormí hasta las 10 de la mañana. Solo quería descansar. Mis ojos habían estado inflamados por las interminables horas de lectura a las que los someto y a poco estuve de enfermar como aquella vez en que creí que el SIDA me llevaría antes de haber escrito mi par de novelitas.

A las 11, mi esposa me acompañó al banco. Retiramos el poco dinero que había quedado en mi cuenta luego de que mi gran acreedor, el BCP, se sirviera su tajada mensual, y regresamos a casa. Mientras conversábamos sobre qué haríamos con 120 soles hasta fin de mes, recordó súbitamente que no había apagado la hornilla de la cocina. Echó a correr, pero a los pocos metros quedó fatigada. Corre, por favor, apaga la cocina, me dijo. La preocupación de provocar un incendio que pudiese devorar nuestras pocas existencias la agotaron más que el esfuerzo de correr.

Sí, la comida se había echado a perder. No te preocupes, le dije a mi esposa. Recojamos a Morgana y comamos un pollito. No nos amarguemos por un poco de quinua quemada.

Morgana comió sus papitas fritas y su pollo. Supongo que solo un padre o una madre puede experimentar el gozo que experimento cuando veo a mi Morganita devorar con tal fruición su pollito a la brasa y sus papitas fritas. Abita, abita, repetía Morgana, solicitándonos que le llenásemos el biberón con más Inka Kola.

Para evitar trifulcas, ya le había avisado a mi esposa que a las 4 saldría para la oficina para escuchar la charla técnica que Quico impartiría antes de enfrentarnos al equipo de Geotecnia.

Llego a las cinco y media. Quico se había llevado a los muchachos a la sala de reuniones, también conocida como la salita del SIN. Dejo mi mochila en mi sitio y camino hacia la salita. Allí veo a los muchachos. La sala está a oscuras y solo les alumbra el pálido reflejo de las imágenes que se proyectan en el ecran. Se trata del video del partido que perdimos contra PCO. Quico congela las imágenes en las acciones en las que cree que Minas erró una jugada. Las reprimendas que recibe el jugador que cometió la torpeza técnica son demoledoras. Quico quiere campeonar y no permitirá que nadie le arrebate su copa.

A nadie le gusta recibir una llamada de atención. Puedo sentir la tensión en los rostros cubiertos por las sombras. Percibo claramente en esos rostros la rabia y la impotencia por no poderle decir a Quico lo que realmente piensan de sus llamadas de atención y sus estrategias represoras y autoritarias.

Cuando se enciende la luz, Quico, ayudado de su par de muletas, se deshace del ecran y, sobre la pizarra acrílica, anota la alineación del equipo que en pocos minutos se verá las caras con Geotecnia.

Hace un mes que Quico lleva yeso en una de sus piernas y camina apoyado en unas muletas. Aparentemente, se lesionó en el partido que Minas disputó contra PCO, pero se sospecha que el desperfecto venía de tiempo atrás.

Me incluye en la defensa, pero no deja de ironizar: Hace un mes este señor dijo que yo debía sentarme por estar muy mantequillón. Ahora que estoy sentado, ya vieron que este señor descuida mucho sus marcas. Yo no me dejo y le replico. Cómo carajo va a decir que descuido mis marcas. Me pueden acusar de agresivo y matón en la cancha, pero jamás me pueden achacar que un delantero se me haya escapado. La pelota puede pasar, pero el jugador jamás. Esa es la lección que aprendí del matón José Luis “El Puma” Carranza, allá cuando tenía nueve años y pensaba que algún día sería futbolista profesional.

Ninguno de los reunidos en esa salita del SIN imaginó que Minas apabullaría a Geotecnia encajándole una goleada. El marcador de cartulina anunciaba: 7 goles a favor del vencedor; 0 para el derrotado. Quico, desde la primera banca de la tribuna no paraba de ordenar las posiciones. Nasri mandoneaba. De cuando en cuando se enfrascaba en duelos verbales con Perita (quien jugó un partido muy aceptable y marcó dos goles). Éste le exigía más pases. Nasri le decía pero no te mueves, viejo. Tienes que moverte.

Yo procuré no cagarla demasiado en la defensa, y siempre aprovechaba cualquier oportunidad para entrar con fuerza y recuperar el balón. En todas mis intervenciones, el árbitro pitó agresión. Yo no reclamaba. En esos casos, nunca reclamo. Detesto cuando los jugadores de fútbol le reclaman algo al arbitro: una pérdida de tiempo total.

El segundo tiempo lo recibimos con 5 goles de ventaja. Quico hizo los cambios. Entraron 3 muchachos que hasta esa fecha no habían tocado el balón. Como he dejado el cigarrillo, pude durar todo el segundo tiempo. Puesto que la delantera y la volante fue cambiada, el juego de Minas perdió agresividad, pero logró anotar dos goles más y cerrar la jornada con una victoria que la ubica en una inmejorable posición para tentar la clasificación a octavos de final.

En la banca, luego del partido, no se oyeron lamentos ni diatribas; todo era felicidad y armonía. Quico estaba complacido. Pensaba: Hoy hemos ganado gracias a mi genial dirección técnica. Sin mí estos compares no hacen nada. Soy el salvador de Minas. La gente que jamás había tocado la pelota estaba satisfecha.

El ánimo de Minas está renovado y listo para derrotar al líder de la tabla en el siguiente partido. ¿Podremos? El contrato de muchos de nosotros depende de que ganemos la copa del campeonato. Más vale ir preparando el CV.   
   




  

2 comentarios:

  1. Jajaja buena replica de todo,,,, pero ando preparando mi CV tambien
    d\(0_0)/b

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  2. A darle duro a Piping, que personalmente quiero ganarles y asegurar el pase a la siguiente etapa :)

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