sábado, 8 de mayo de 2010

Todo por el Partido

Así como el inefable Omar Quesada -inefable por la poca vergüenza que tiene para no aceptar que bajo su administración en Cofopri se han cometido una serie de irregularidades-, hay muchos militantes del APRA que dicen que "su partido lo es todo".

Transcribo las palabras que aparecen hoy en Perú 21 atribuidas a Omar Quesada: "Si quieren que yo me aleje de la dirección del partido, yo digo por mí sí. Yo lo hago. Todo por el partido".

Ese tipo de declaración me parece irracional, y estoy seguro que cualquier aprista se expresaría de igual manera, o cualquier otro seguidor de una doctrina diría los mismo: "Todo por el partido".

O sea, ¿un Partido es más importante que sus familias, por ejemplo? ¿Vale la pena dar la vida, verbigracia, por un Partido que no es más que la agrupación mayoritaria de roedores con afición a medrar del poder hasta engordar elefanteasicamente sus colosales abdómenes?

Quizá el APRA tuvo un verdadero idealista que fue fiel a su causa. Me refiero a Haya De La Torre. Pero el resto que se agrupó en torno de esa figura sólo fue una estela de ganapanes con la única meta de llegar al poder para dejar de trabajar y ganar dinero a costa de las contribuciones de los sufridos ciudadanos.

Siempre voy a recelar de la gente dogmática pues no posee la capacidad de entablar un diálogo y concertar con los que piensan diferente.

La gente dogmática, sea aprista, pepecista, humalista, jamás reconoce que ha cometido un error. Luego surgen las confrontaciones que terminan casi siempre en violencia debido a la escasez de ideas.

Hace unos días oí hablar a este señor Quesada en una comisión del parlamento que lo investigaba. El señor Omar Quesada hablaba hieráticamente, como pontificando. Engolaba la voz para decir que él jamás había robado. Se despachaba sobre sus más ínclitos ideales de moral.

Yo me preguntaba ¿acaso habla así el señor Quesada cuando está entre sus amigos o entre sus familiares? Lo dudo mucho. Es seguro que en esos ambientes más privados, el señor Quesada se manda unas dos o tres lisuritas y habla en tono más campechano. ¿Por qué fingir entonces? Yo creo que en esos detalles mínimos se puede ver cuán hiócrita es una persona.

Hasta pronto

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