sábado, 3 de abril de 2010

Nuevamente La Canchaya

Es increíble el cuajo que tiene la amonestada congresista Elsa Canchaya para pretender retornar al parlamento.

La mentada congresista está buscando la prescripción de su caso, tras alegar que ya han trancurrido tres años desde que el programa Cuarto Poder (emitido el 27 de abril del 2007) propalara una seria denuncia en su contra -la señora Canchaya había contratado a su empleada doméstica Jacqueline Simon Vicente como asesora de su despacho congresal-. No se pase pues señora congresista. Así no funciona la cosa. Los tres años aún no han pasado. El laudo del vocal supremo Sócrates Zevallos, dictado el 7 de octubre del 2009, "no sólo inhabilita a Canchaya para el ejercico de la función pública por tres años sino que, también, la destituye del cargo de congresista" cita Peru 21 en su edición de hoy.

Entonces, así las cosas, ¿qué puede pretender la señora Canchaya? ¿Cómo sus defensores van a tomar como fecha de partida para el inicio de su inhabilitación el día en que el programa Cuarto Poder emitió su informe? Acaso Cuarto Poder es una instancia legal que tiene poder para dictaminar sentencias. El inicio de su castigo, señora Canchaya, es a partir del 7 de octubre del 2009. Así que apenas han transcurrido cinco meses.

Por otro lado, según Perú 21, la defensa de Canchaya no podría solicitar la figura de la prescripción porque esta modalidad se aplica solamente cuando el delito está en etapa de investigación. Defensores de la señora Canchaya, el caso de su patrocinada no está en investigación porque ya se dictó la sentencia condenatoria el día 7 de octubre del 2009.

Es curiosa la manera de razonar de la defensa de Canchaya. Por una parte, consideran el día de la emisión del programa Cuarto Poder como punto de partida del inicio de los tres años de inhabilitación de su defendida. Es decir, tienen en relieve el factor Cuarto Poder.

Ahora bien, en ese mismo programa se hizo una concienzuda investigación acerca del caso Canchaya, colocando a la congresista contra las cuerdas ante las incontrovertibles pruebas. ¿Acaso se necesita más investigación que esa? O sea, la defensa de Canchaya, en este aspecto, ya no toma en cuenta el factor Cuarto Poder.

Es indignante que este tipo de congresistas, que en vez de aportar leyes, sólo contribuyen con escándalos, pretenda seguir ocupando puestos en el aparato estatal. Las leyes deberían ser más draconianas e inflexibles con la gente que recibe un sueldo a partir de la contribución monetaria de los afligidos ciudadanos. Si comenten una falta, debería recibir una sanción tal que la inhabilite de por vida a ejercer un cargo público.

Hay muchos casos que podría mencionar, pero no lo voy a hacer. Hoy sólo quise ocuparme de la señora Canchaya. Debo admitir que, mientras escribía estas líneas, me vi tentado a permutarle la primera letra de su apellido por la "o". Sin embargo, quiero mantener una mínima cuota de respeto en este blog.

Hasta pronto.

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